Un caballero, tres mujeres que con sus enormes garras me querían atrapar para hacerme esclavo de su amor, amor que me condenaría por siempre. La elisión era mutua y diversa tenía todo a mi favor desde lanza y escudo pero sobre todo mi corazón. Luego de haberte querido matar tu suspiro me diste a escuchar, algo anhelado entro a mi ser y de repente caí rendido a tus pies.